jueves, 28 de noviembre de 2019

2152 Crisis en Venezuela: qué queda de la industria de las telenovelas del país a y a qué se dedica ahora

"Todo el país estaba pendiente de las telenovelas", recuerda la veterana actriz Carmen Julia Álvarez.
Después de más de 60 años en la interpretación, ella es una de las que guarda memoria de la edad de oro de los culebrones, esas interminables series televisivas que se convirtieron en el entretenimiento nacional en Venezuela y en una fórmula exportada a decenas de países.
Pero, como muchas otras, esa es una de la industrias que quedó prácticamente desmantelada tras el triunfo de la llamada Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez y continuada por su sucesor en la presidencia, Nicolás Maduro.
Sin embargo, algunos rescoldos persisten.
En la era de Netflix y del consumo masivo de ficción audiovisual bajo demanda por internet, los sobrevivientes en Venezuela de aquel negocio buscan contra viento y marea hacerse un hueco en ese reñido mercado global.
José Simón Escalona, vicepresidente de producción de Radio Caracas Televisión (RCTV), le dijo a BBC Mundo: "Ahora hacemos series más cortas, que es lo que nos piden nuestros clientes".
Escalona es uno de los que resistió en RCTV después de que Chávez no le renovara la concesión al canal en 2006.
Después de aquello, RCTV intentó mantenerse a flote como productor de contenidos, pero muy lejos de lo que había sido su volumen de negocio.
"A partir de 2014 empezamos a producir novelas más cortas, con 60 capítulos que podían dividirse en 5 temporadas de 12 capítulos", explica Escalona.
Lejos quedan los más de 200 capítulos de "Cristal", "La dama de rosa" y otros éxitos que batieron récords de audiencia dentro y fuera de Venezuela en las décadas de 1980 y 1990.
Ahora la apuesta es por series más cortas con temas y personajes acordes a los nuevos tiempos.
En una de sus producciones más recientes, "#Eneamiga", Escalona cuenta que se buscó "una trama muy contemporánea que discurre en el mundo de las redes sociales".
La última serie, que ahora RCTV intenta comercializar, se titula "Almas en pena" y narra un encuentro de jóvenes influencers (creadores de opinión a través de la red), en el que varios de ellos mueren misteriosamente. Una apuesta por el suspense y por los "nuevos talentos", según Escalona.
Pero, pese a intentos como estos, "en Venezuela ya no hay una industria y es muy difícil que, en el contexto actual, vuelva a surgir", señala Alberto Barrera Tyszka, uno de los muchos autores venezolanos que se dieron a conocer escribiendo telenovelas y finalmente dejaron su país.
El contexto al que se refiere Barrera está plagado de dificultades para los actores, directores y todo el equipo técnico implicado en la filmación de una serie.
Los cortes de luz, los cierres de vías y los fallos en las comunicaciones son solo algunos de los problemas frecuentes en Venezuela.
Así, según cuenta, Johnny Pulido, otro veterano productor que también vivió los mejores tiempos de RCTV"aquí es imposible planificar un rodaje".
Escalona dice que el problema de la inseguridad les obliga a filmar siempre en fincas privadas con vigilancia y lamenta que resulta "casi imposible" obtener permiso de las autoridades para grabar en la vía pública.
Según Pulido, lo peor, sin embargo, es la asfixia provocada por una crisis económica que ha empujado fuera de Venezuela a más de 4 millones de personas y también a muchas empresas.
"El mercado publicitario es ahora muy pequeño y las cadenas no pueden permitirse la gran inversión que requiere hacer producciones propias", señala.
Colombia y México se disputan ahora el liderazgo que dejó vacante Venezuela, cuyas producciones se realizan con unos presupuestos tan ajustados que difícilmente les permite competir en calidad.
Paradójicamente, cuenta Escalona, los viejos culebrones son todavía apreciados en África, donde pervive "una audiencia más tradicional" que se ha convertido en el principal mercado para RCTV.
Pero eso no es suficiente para reverdecer los laureles de antaño y en el enorme edificio que la cadena ocupa todavía hoy en la zona de Quinta Crespo, en Caracas, ya solo quedan 130 de los 3.000 empleados que llegó a tener.
"Ahora hacemos una telenovela y una serie por año, cuando en los buenos tiempos hacíamos noticieros, programas de humor, de deportes, para la radio, de todo", comenta con melancolía Escalona en unos pasillos hoy vacíos.
El contraste entre los buenos tiempos y los actuales se nota también en el caché de los interpretes.
"Había actores que ganaban US$25.000 por el mes de trabajo y las grandes estrellas llegaban a superar esa cantidad", recuerda Escalona.
Ahora, los más jóvenes no superan los US$500 al mes, mientras que con los más cotizados se suele acordar un pago que ronda los US$200 por cada día de rodaje. Todo, muy lejos de las cifras de antes.

Cómo llegó la decadencia

Fue el 28 de diciembre de 2006 cuando Chávez anunció en un acto rodeado por militares que no se renovaría la concesión para que RCTV siguiera emitiendo en abierto.
La cadena había sido crítica con el entonces presidente en sus programas informativos y Chávez la acusó de estar "al servicio del golpismo".
Quienes formaban parte de aquel mundo creen que con la medida, que motivó multitudinarias protestas, el comandante Chávez hirió de muerte a las telenovelas.
Carmen Julia Álvarez dice que después de aquello, "todo el mundo empezó a autocensurarse" por miedo a ser castigado.
Barrera Tyszka, indica que "el chavismo siempre despreció a las telenovelas y uno de sus compañeros en el golpe de 1992 contó que el propio Chávez le tenía prohibido a su primera esposa verlas. Maduro también ha despotricado públicamente contra ellas".
Pero, ¿por qué esa aversión?
Para Barrera Tyszka, autor también de varias obras sobre la figura de Chávez, "tiene que ver con la voluntad del chavismo de desaparecer la empresa privada, controlar los medios e imponer una nueva hegemonía comunicacional".
Por el canal de los operadores por cable por el que antes emitía RCTV ahora lo hace Televisora Venezolana Social (TVES), propiedad del gobierno, que también ha intentado difundir su mensaje a través de las telenovelas.
En seriales como "Guerreras y centauros" o "Caramelo e´chocolate", se ensalzaban las ideas defendidas por el chavismo, como las críticas al clasismo de la sociedad venezolana, aunque ninguna tuvo demasiado éxito.
Antes de la llegada de Chávez al poder, las telenovelas solían idealizar el lujo, el consumo y algunos de los frívolos clichés propios de la época de la Venezuela de las misses.
Aunque para Escalona, "eran productos con un gran compromiso social", ya que "estaban hechas para acompañar a esa gente, sobre todo mujeres, que no tenían el nivel educativo o cultural más alto".
Pulido recuerda, además, que no eludían las cuestiones de interés social.
"'La dama de rosa' sirvió para darle visibilidad al problema del cáncer de mama, mientras que 'Por estas calles', uno de los mayores éxitos de la década de 1990, trataba el tema de la delincuencia y la marginalidad en los barrios venezolanos", afirma.
"Uno de sus personajes, llamado don Lengua, le hablaba a la gente de los temas de actualidad. Era casi un editorial diario contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez y se dice que la serie influyó en que acabara cayendo".
La protagonista de aquella serie, Marialejandra Martín, llegó a convertirse en una de las caras más conocidas para el público venezolano.
Encarnó uno de los arquetipos más habituales en las telenovelas clásicas, la mujer joven y de extracción humilde a la que le cambia la vida al enamorarse de un hombre rico. Era la "fantasía aspiracional", como lo llama ella, que abrigaban muchas muchachas venezolanas de entonces.
Martín, que en la actualidad intenta abrirse un camino como directora, defiende el producto televisivo que la lanzó a la fama.
"Hoy veo los capítulos y me río de los errores de secuencia que tenían, pero servían para entretener a gente que tenía una vida dura y eso tiene un valor".
Y, aunque las telenovelas fueran por encima de todo un entretenimiento masivo, algunas de ellas nacieron de la pluma de autores que después obtuvieron reconocimiento internacional en el mundo periodístico o literario, como César Miguel Rondón o Boris Izaguirre.
Barrera fue otro de los que ganó importantes premios literarios.
Admite que "las telenovelas reforzaban constantemente las fórmulas de comportamiento que se reproducían desde el poder, como la sumisión femenina, la moral religiosa y el racismo, pero eran un producto en movimiento, como toda ficción, no controlable, y podrían haber evolucionado".
De las pocas telenovelas que se producen ahora, nadie se atreve a pronosticar cuánto durarán.

2151 G.Babe ft. Jincho - Salud y Libertad

2150 G.Babe -A vida o Muerte

2149 Guerrero de Barrio-G.Babe ft Sandra Acal & Samuray King

2148 G.Babe- No se puede hablar

2147 Ángel David Díaz










*T E L E N O V E L A*

Una telenovela es un género televisivo producido originalmente en varios países de América Latina, cuya principal característica es contar desde una perspectivamente básicamente melodramática una historia de amor a lo largo de varias decenas de capítulos (usualmente más de 100) y que casi siempre tiene un final.

Durante el trayecto de la misma, los personajes principales (un galán y una damita joven) sufren los embates de uno o varios villanos (generalmente una novia despechada, un madre celosa o un padre despótico), que se ve coronada con la felicidad en el último minuto del capítulo final, hasta el cual se sucede una innumerable cantidad de peripecias. Esencialmente de carácter sentimental, con intrigas, engaños y confusiones.

Con los años han ganado más acción e incorporado elementos de otros 'géneros' (como el policíaco, la comedia, el thriller e incluso la ciencia ficción).

El argumento base de la telenovela es el de la ascención social que, generalmente, se da por medio del matrimonio (aunque también ha habido muchas en que la protagonista luego de ser seducida y abandonada, logra revertir su penosa situación y triunfa a costa de mucho esfuerzo y dedicación - sirviendo así de ejemplo, sobre todo, para las amas de casa y las mujeres que hasta los años 80, eran el público fundamental de estas producciones; pero hace un par de décadas amplios segmentos masculinos consumen seriales de esta clase).

En la telenovela clásica, generalmente hay un amor imposible, un/a hijo/a abandonado/a (casi siempre un/a heredero/a de una abultada fortuna), y grandes secretos del pasado que, al revelarse, cambian el curso de la historia rectificando fatales errores e injusticias.

La telenovela moderna ha abortado temas tan polémicos y peliaguados como el cáncer, las drogas, la homosexualidad y el crimen. También, por su gran matiz prescriptivo, promueven sensibles cuestiones sociales.

Aunque muchos lo cuestionen, la telenovela se ha vuelto patrimonio de la cultura latinoamericana (sobre todo donde mayor sofisticación ha alcanzado, como en Brasil). Pero su finalidad básica no es educar, como algunos pretenden, ya que es un programa de neto entretenimiento y que surgió más por estímulo de las jaboneras que por una necesidad recreativa o cultural.

El género nació en la radio, específicamente en Cuba, donde salieron al aire los primeros seriados radiales.
Cuando nace la TV en América Latina, especialmente en Cuba y Brasil (otoño de 1950), el género es automáticamente importado al nuevo medio. La primera telenovela latinoamericana parece ser la brasileña Tu vida me pertenece (Sua vida me pertence, en port.), realizada por TV Tupi de São Paulo. Empezó el 21 de diciembre de ese año, con capítulos de 20 minutos y 3 veces por semana.

La cubana Senderos de amor, estrenada el 1ro de octubre de 1952, por CMQ-TV parece haber sido la segunda propuesta del género en el continente, a la cual siguió una estela de historias que para 1958 ya eran 15 por año, sólo en el antes mencionado Canal 6 (CMQ) .

Erróneamente, se da a México la paternidad de la telenovela. No es hasta el 9 de junio de 1958 que se emite, en vivo, por Telesistema Mexicano (TSM, Canal 4) Senda prohibida, de Fernanda Villeli, en Su Telenovela Colgate, diariamente a las 6.30 p.m.

Otras novelas que precedieron a Senda... fueron La criada de la granja (1954, Televisa, hoy Venevisión), Ante la ley (22 de agosto de 1955, Puerto Rico) ,La esquina (1955), escrita por Román Chalbaud, y transmitida por Radio Caracas Televisión y producida por Colgate-Palmolive,
El 0597 está ocupado es considerada la primera telenovela colombiana /1959/,Vila Faia primera telenovela portuguesa /RTP 1982/,
“Magdalena de la calle” primera telenovela paraguaya /1978/, Bar Cristal primera telenovela peruana /1959/,
1967 - CHILE: La chica del bastón , realizada por PROTAB, se convierte en la primera telenovela chilena,

Si bien son temáticamente parecidas a las soap operas de la televisión anglosajona, a diferencia de éstas, la telenovela latinoamericana tienen un número limitado de episodios, no pasando normalmente de alrededor de cien o pocos cientos y de una duración de aproximadamente seis meses a un año como máximo. En casos excepcionales su duración se puede extender a dos e incluso tres años, con la salvedad de las telenovelas de producción española, en las cuales la duración indefinida sí es lo habitual.Es también conocida como Tele-romance, llamada novela de TV o simplemente novela en Brasil, Tele-teatro o tira en Argentina, Culebrón (por su larga duración) en España y Venezuela, Seriado (por la cronología) en Colombia y Teleserie (porque la comedia o la acción es mayor al romance) en Chile y en zonas de Perú y Bolivia y comedia en Uruguay.

Telenovela es una palabra de origen castellano, especialmente del español hablado en Cuba, precursor de este género audiovisual que se inspiró en las radionovelas. El término es el resultado de la fusión de las palabras: tele (de televisión) y novela (el género literario romántico).

Telenovela é uma história de ficção desenvolvida para apresentação na televisão. Ela tem a característica de ser dividida em capítulos, em que o seguinte é a continuação do anterior. O sentido geral da trama é previsto inicialmente, mas o desenrolar e o desenlace não. Durante a exibição – que pode levar de seis a dez meses, em episódios diários –, novos rumos e personagens podem ser inseridos.Portugal é um grande produtor de telenovelas, onde se destacam as telenovelas produzidas pela TVI e da RTP, que já são exportadas para vários países e possuem uma qualidade estética e literária incrível. A primeira novela portuguesa foi Vila Faia da RTP/1982/.

Antes de cada capítulo de uma telenovela, é exibido um pequeno clipe audiovisual chamado abertura ou genérico contendo imagens relacionadas à temática da história; música de fundo; créditos de atores, diretores e autores da obra. Em alguns casos, esta abertura é exibida somente após o primeiro bloco da telenovela, ficando entre este primeiro bloco e o primeiro intervalo comercial. Trechos das aberturas também são exibidos como vinhetas de "estamos apresentado" e "voltamos a apresentar" no início e no fim dos intervalos comerciais e como encerramento, onde são exibidos créditos de produção como câmeras e produtores.

A ordem dos créditos exibidos numa abertura não é obrigatória e varia de acordo com cada produção, mas é comum que seja exibido primeiro o nome dos autores seguidos pelos protagonistas e antagonistas, núcleo central, apresentando (novos atores), atores convidados, crianças, participações especiais e por fim os colaboradores, os diretores, o diretor principal e o diretor de núcleo. O título da novela é comumente exibido no término da abertura, mas há também ocasiões em que é exibido tanto no início quanto no fim ou até mesmo somente no início ou no meio da abertura.

Já nos encerramentos, a ordem é: Elenco de apoio (atores com baixa participação nas novelas), autorização especial (geralmente vinda do SATED), equipe técnica (ordem variada), gerência de produção e, por último, marcas que anunciaram "merchandising" e a realização (logomarca, site da novela, ano de produção e razão social da emissora).

Em Portugal e países lusófonos de África as aberturas tem o nome de "Genérico" e possuem duração variada de 50 segundos à 1 minuto.

A palavra telenovela é uma palavra de origem castelhana, particularmente do espanhol falado em Cuba, país precursor desse gênero audiovisual que foi inspirado nas radionovelas. O vocábulo é fruto da fusão das palavras: tele (de televisão) e novela, que em espanhol é o mesmo que romance em português.

Devido a sua longa-duração, há quem aponte uma pretensa contradição em sua denominação, ao dizer que as telenovelas deveriam se chamar "telerromances". Porém, para a língua portuguesa, o gênero literário novela distingue-se do romance não pelo seu tamanho, mas pela forma como os eventos se sucedem na narrativa e pela abordagem folhetinesca da sua escrita.

A matriz original do termo mostrou ser forte a ponto de conseguir legitimidade em outros idiomas, como o russo, que preferia a palavra 'serial', para designar os folhetins audiovisuais.

A fala cotidiana em países como Brasil, Portugal e a própria Cuba, aceita a forma abreviada de 'novela' para chamar a obra audiovisual. Porém o termo "telenovela" é preferível a fim de distinguir a obra audiovisual da literária.