viernes, 9 de octubre de 2015

1803 Pueblerina (1948)México

Una producción de:Ultramar Films-Producciones Reforma, S. A.
Género:Drama rural
Duración:106 min.
Sonido:Monoaural
Dirección:Emilio Fernández
Asistente de Dirección:Felipe Palomino
Producción:Jaime A. Menasce y Óscar Dancigers (sin crédito);
productor ejecutivo: Felipe Subervielle;
gerente de producción: Antonio de Salazar;
jefe de producción: Alberto A. Ferrer
Guión:Mauricio Magdaleno,
sobre un argumento original de Emilio Fernández
Fotografía:Gabriel Figueroa; operadores de cámara:
Daniel López, Ignacio Romero y Pablo Ríos
Escenografía:Manuel Fontanals
Títulos:Leopoldo Méndez
Vestuario:Beatriz Sánchez Tello
Maquillaje:Armando Meyer
Edición:Jorge Bustos
Foto-fijas:Luis Márquez
Sonido:James L. Fields; ingeniero de sonido: José B. Carles; grabación de música: 
Galdino Samperio; regrabación: Galdino Samperio y Teódulo Bustos
Música:Antonio Díaz Conde; canciones: "Chiquita", "Dos arbolitos", 
"Tú, sólo tú", "La paloma" y un zapateado veracruzano

Reparto:
Columba Domínguez....Paloma
Roberto Cañedo....Aurelio Rodríguez
Arturo Soto Rangel....párroco
Manuel Dondé....Rómulo
Ismael Pérez....Felipe
Luis Aceves Castañeda....Ramiro González
Guillermo Cramer....Julio González
Enriqueta Reza....doña Soledad
Rogelio Fernández....Froylán
Agustín Fernández....Tiburcio
Hermanos Huesca....intervención musical
Trío Calaveras....intervención musical
Héctor González....intervención musical
Carmen Reyo....intervención musical
Sinopsis:
Aurelio vuelve a su pueblo tras cumplir una condena por vengar la violación de su amada Paloma a manos de Julio González. Al llegar se entera de que su madre ha muerto y que Paloma vive exiliada del pueblo con su hijo, fruto de la violación. Aurelio busca casarse con Paloma y olvidar el pasado, pero el malvado Julio y su hermano Ramiro no están dispuestos a dejarlos en paz.
Comentario:
Para un número considerable de críticos y especialistas en el cine mexicano, Pueblerina es la mejor película de Emilio Fernández. La sencillez de su trama, la ausencia del tono discursivo al que el “Indio” era tan afecto y la mesura de la fotografía de Figueroa fueron motivos de alabanza. Luego de su estreno, el periodista Álvaro Custodio señalaba:
Emilio Fernández ha madurado plenamente como director en Pueblerina. Si en anteriores producciones su labor parecía estar constreñida a los grandes efectos fotográficos, donde las figuras venían a componer el cuadro, en Pueblerina ha demostrado que no es sólo el gran impulsor de la maravillosa retina que es la cámara de Figueroa, sino un director en posesión de todos los recursos técnicos y un artista de rara sensibilidad.
Álvaro Custodio, citado en García Riera, E. (1987). Emilio Fernández <1904-1986>. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara, p. 141.
Irónicamente, buena parte de los valores cinematográficos que se destacan en la cinta podría deberse más a las precarias condiciones de su rodaje que a que la habilidad con que Fernández supo manejar “todos los recursos técnicos” a su alcance. Ante la urgente necesidad de economizar recursos, Fernández había tenido que dejar a un lado cualquier tipo de consideración estética en la filmación de Pueblerina. Desde 1946, la industria del cine mexicano atravesaba por una severa crisis económica que había obligado a los productores a reducir drásticamente los presupuestos y tiempos de rodaje y a los directores a olvidarse de cualquier proyecto que representase una erogación cuantiosa. Así, con un presupuesto de tan solo 400 mil pesos y filmada en poco más de 15 días, Pueblerina sería la más barata de las cintas filmadas por el “Indio” Fernández en su etapa de esplendor.
La austeridad le vino bien a Pueblerina. Tanto en su trama como en sus imágenes, es posible vislumbrar en la cinta algo de los westerns de John Ford, director a quien el “Indio” siempre admiró:
El tema del hombre que vuelve de la cárcel y ha pagado muy caramente su acto de violencia y no quiere, por ello, recaer en el castigo es típico de los filmes del Oeste. Uno de los primeros guiones de Gabriel García Márquez toca ese tema (Tiempo de morir, Arturo Ripstein, 1965).
Taibo I, P. I. (1986). El Indio Fernández, el cine por mis pistolas. México: Joaquín Mortiz-Planeta, p. 130.
La serena aspereza de las imágenes de Pueblerina encuentra eco en las sobrias actuaciones de la pareja protagónica. Ante la imposibilidad de contar con grandes estrellas, el “Indio” brindó la oportunidad estelar a la joven Columba Domínguez -con quien sostenía una relación amorosa desde 1945- y a Roberto Cañedo, actor con larga experiencia como extra y en papeles secundarios. La selección demostró ser tan acertada que ambos llegaron a convertirse en asiduos colaboradores del cineasta e integraron la otra gran pareja emblemática de sus películas, además de la formada por Dolores del Río y Pedro Armendáriz.
Así como Columba fue la mujer definitiva en la tormentosa vida sentimental del “Indio” Fernández,Pueblerina llegó a ser una cinta tan importante para su realizador que, al final de su carrera, la volvió a filmar -con el mismo Cañedo en una triste reinterpretación de su papel original- bajo el título de México norte (1977).Por supuesto que para el recuerdo sólo habrá una Pueblerina.

1802 Días de otoño (1962)México


Una producción de:CLASA Films Mundiales
Género:Drama psicológico
Duración:92 min.
Sonido:Monoaural
Dirección:Roberto Gavaldón
Asistente de Dirección:Ignacio Villarreal; anotador: Miguel A. Madrigal
Producción:Felipe Subervielle; jefe de producción: Enrique L. Morfín
Guión:Julio Alejandro con la colaboración de Emilio Carballido, sobre el cuento "Frustration" de Bruno Traven
Fotografía:Gabriel Figueroa; operador de cámara: Manuel González; alumbrador: Daniel López; asistente: Pablo Ríos
Escenografía:Manuel Fontanals
Maquillaje:Armando Meyer
Peinados:Esperanza Gómez
Edición:Gloria Schoemann; asistente: Rosa Schoemann
Foto-fijas:Ángel Corona
Títulos:Nicolás Rueda, Jr.
Sonido:James L. Fields; grabación de diálogos: Jesús González Gancy; grabación de música y regrabación: Galdino Samperio; edición sincrónica: Abraham Cruz; efectos especiales: Juan Muñoz Ravelo
Música:Raúl Lavista

Reparto:
Pina Pellicer....Luisa
Ignacio López Tarso....don Albino
Evangelina Elizondo....Rita
Adriana Roel....Alicia
Luis Lomelí....Carlos
Graciela Doring....empleada de la pastelería
Hortensia Santoveña....doctora
Eva Calvo....clienta de la pastelería
Guillermo Orea....fotógrafo
Enrique García Álvarez....cura
Ricardo Fuentes....Mario, mensajero de la pastelería
Joaquín Roche, Jr.....Manuelito, hijo de don Albino
Juan Antonio Edwards....hijo de don Albino
José Chávez Trowe....taxista
Sinopsis:
Luisa es una joven pueblerina que trabaja en la pastelería del viudo don Albino. Ensimismada y un tanto hosca con sus compañeras de trabajo, Luisa sueña con casarse y adora a los niños. Justo cuando don Albino demuestra interés en ella, Luisa anuncia que se casará en quince días con Carlos, el chofer de una casa rica a quien conoció poco tiempo atrás. El día de la boda, los sueños matrimoniales de Luisa se deshacen cruelmente cuando Carlos la deja plantada en la iglesia. Incapaz de aceptar la verdad, Luisa miente a todos y se miente a sí misma afirmando que el matrimonio sí se llevó a cabo y que espera su primer hijo. A pesar de que sus compañeras de la pastelería sospechan que algo anda mal en su vida, Luisa logra mantener la farsa, hasta que ésta termina por atraparla a ella también.
Comentario:
Al igual que Macario (1959) el argumento de Días de otoño se basaba en un cuento de Bruno Traven, adaptado por el dramaturgo Emilio Carballido -ahora en colaboración con el poeta y dramaturgo español Julio Alejandro- pero a diferencia de aquella historia, el protagónico de ésta era el personaje femenino. Pina Pellicer interpretaría a Luisa, una joven provinciana que llega a la Ciudad de México a trabajar en la pastelería del viudo don Albino y se enfrenta a una enorme soledad que trata de mitigar sumergiéndose en un mundo de mentiras.
Aunque en algunos momentos la trama de la cinta llega a rondar peligrosamente los límites del melodrama más desmedido, Pina Pellicer interpreta a Luisa con una maravillosa ambigüedad que sirve de contrapeso a cualquier exceso melodramático. A este respecto, el crítico de arte e historiador Justino Fernández comentó al ver la película:
Al fin después de muchos años de espera, hemos visto una buena película mexicana, con una extraordinaria actriz, Pina Pellicer. Pina es una actriz profunda, íntima, intensa. Durante el desarrollo de la creación de su personaje Luisa, nos parece estar viendo un caleidoscopio que refleja un mundo interminable de sentimientos, de sensaciones, de estados de ánimo. La tristeza, el patetismo, la esperanza, el temor, la angustia, la ternura, la inocencia, el cansancio. Con ese cansancio Luisa nos sobrecoge, nos arrastra a su atmósfera de lucha entre su asfixiante realidad y su agobiadora ficción. Ese duelo entre realidad e imaginación nos conmueve profundamente, porque Luisa vive el gran drama de huir de la realidad monótona, gris, limitada [...] En la acción de la película es como si contempláramos el drama de una hoja que persiste en permanecer en su árbol durante el otoño y el viento quisiera arrastrarla, llevársela. Esa actitud de tremulez de la actriz nos reafirma su gran talento. La última mirada de Pina no sólo nos emociona mientras la vemos, sino que horas después, días más tarde, su actuación queda en nosotros como una presencia, eso en definitiva es el gran arte.
Fernández, J. (1989) "Pina Pellicer en Días de otoño". En Pantalla. No. 12, México, p. 11.
En Días de otoño, incluso los defectos narrativos de la película actúan a favor de estas apreciaciones. CuandoLuisa comenta en su trabajo que se casará en pocos días, la sorpresa atrapa a las compañeras del trabajo de igual manera que al espectador, quien hasta ese instante no la ha visto acompañada de ningún hombre. La presentación de Carlos, el supuesto novio, sucede a manera de flashback, mientras Luisa relata a sus colegas las hasta cierto punto ridículas circunstancias de su primer encuentro, un día en el que, al intentar subirse a un autobús en marcha, ella pierde el paso y una de sus zapatillas vuela por la calle hasta terminar arrollada por el automóvil que conduce el joven. Aunque la acción mostrada al espectador coincide con la narración de Luisa,la ausencia de diálogo en la escena otorga al relato un carácter subjetivo, casi onírico, y deja abierta la posibilidad de que los acontecimientos descritos sean producto de la fecunda imaginación de la joven.
A lo largo de la película, el espectador nunca está completamente seguro de que el compromiso entre Luisa yCarlos sea real, pues las acciones de la muchacha lo hacen parecer un invento para escapar de la soledad que la acompaña desde su llegada a la capital. A pesar de que la existencia de Carlos y la naturaleza de su relación con Luisa quedan confirmadas más adelante, en una escena en la que él la recoge en la pastelería y la lleva a la vecindad donde ella vive, entre ambos no parece existir un lazo formal. Por ello, cuando la joven se queda esperándolo en la iglesia vestida de novia, el espectador se convence de que mucho de lo relatado por Luisa es producto de su enorme necesidad de amor.


En uno de los numerosos momentos de soledad de Luisa en Días de otoño, la joven musita una desgarradora autoconfesión: “Necesito tanto que me quieran.” Esta sinceridad, sin embargo, nunca trasciende el hermético mundo en el que se ha refugiado y se revela contradictoria ante la frialdad y desapego con que se conduce frente al indeciso don Albino. Para Luisa, el amor parece ser un asunto tan idealizado que la posibilidad concreta de alcanzarlo la desilusiona y prefiere existir en una perpetua ensoñación: “Empezaba el otoño cuando [Carlos] por fin me pidió que nos casáramos. Allá en mi pueblo los árboles son siempre verdes. Aquí todo es como en un sueño: cambian los árboles y la luz es dorada. Carlos es como esos días de otoño. ¡Es tan maravilloso que no puedo creer que ya toda mi vida va a ser suya y que su vida entera va a ser mía!”

*T E L E N O V E L A*

Una telenovela es un género televisivo producido originalmente en varios países de América Latina, cuya principal característica es contar desde una perspectivamente básicamente melodramática una historia de amor a lo largo de varias decenas de capítulos (usualmente más de 100) y que casi siempre tiene un final.

Durante el trayecto de la misma, los personajes principales (un galán y una damita joven) sufren los embates de uno o varios villanos (generalmente una novia despechada, un madre celosa o un padre despótico), que se ve coronada con la felicidad en el último minuto del capítulo final, hasta el cual se sucede una innumerable cantidad de peripecias. Esencialmente de carácter sentimental, con intrigas, engaños y confusiones.

Con los años han ganado más acción e incorporado elementos de otros 'géneros' (como el policíaco, la comedia, el thriller e incluso la ciencia ficción).

El argumento base de la telenovela es el de la ascención social que, generalmente, se da por medio del matrimonio (aunque también ha habido muchas en que la protagonista luego de ser seducida y abandonada, logra revertir su penosa situación y triunfa a costa de mucho esfuerzo y dedicación - sirviendo así de ejemplo, sobre todo, para las amas de casa y las mujeres que hasta los años 80, eran el público fundamental de estas producciones; pero hace un par de décadas amplios segmentos masculinos consumen seriales de esta clase).

En la telenovela clásica, generalmente hay un amor imposible, un/a hijo/a abandonado/a (casi siempre un/a heredero/a de una abultada fortuna), y grandes secretos del pasado que, al revelarse, cambian el curso de la historia rectificando fatales errores e injusticias.

La telenovela moderna ha abortado temas tan polémicos y peliaguados como el cáncer, las drogas, la homosexualidad y el crimen. También, por su gran matiz prescriptivo, promueven sensibles cuestiones sociales.

Aunque muchos lo cuestionen, la telenovela se ha vuelto patrimonio de la cultura latinoamericana (sobre todo donde mayor sofisticación ha alcanzado, como en Brasil). Pero su finalidad básica no es educar, como algunos pretenden, ya que es un programa de neto entretenimiento y que surgió más por estímulo de las jaboneras que por una necesidad recreativa o cultural.

El género nació en la radio, específicamente en Cuba, donde salieron al aire los primeros seriados radiales.
Cuando nace la TV en América Latina, especialmente en Cuba y Brasil (otoño de 1950), el género es automáticamente importado al nuevo medio. La primera telenovela latinoamericana parece ser la brasileña Tu vida me pertenece (Sua vida me pertence, en port.), realizada por TV Tupi de São Paulo. Empezó el 21 de diciembre de ese año, con capítulos de 20 minutos y 3 veces por semana.

La cubana Senderos de amor, estrenada el 1ro de octubre de 1952, por CMQ-TV parece haber sido la segunda propuesta del género en el continente, a la cual siguió una estela de historias que para 1958 ya eran 15 por año, sólo en el antes mencionado Canal 6 (CMQ) .

Erróneamente, se da a México la paternidad de la telenovela. No es hasta el 9 de junio de 1958 que se emite, en vivo, por Telesistema Mexicano (TSM, Canal 4) Senda prohibida, de Fernanda Villeli, en Su Telenovela Colgate, diariamente a las 6.30 p.m.

Otras novelas que precedieron a Senda... fueron La criada de la granja (1954, Televisa, hoy Venevisión), Ante la ley (22 de agosto de 1955, Puerto Rico) ,La esquina (1955), escrita por Román Chalbaud, y transmitida por Radio Caracas Televisión y producida por Colgate-Palmolive,
El 0597 está ocupado es considerada la primera telenovela colombiana /1959/,Vila Faia primera telenovela portuguesa /RTP 1982/,
“Magdalena de la calle” primera telenovela paraguaya /1978/, Bar Cristal primera telenovela peruana /1959/,
1967 - CHILE: La chica del bastón , realizada por PROTAB, se convierte en la primera telenovela chilena,

Si bien son temáticamente parecidas a las soap operas de la televisión anglosajona, a diferencia de éstas, la telenovela latinoamericana tienen un número limitado de episodios, no pasando normalmente de alrededor de cien o pocos cientos y de una duración de aproximadamente seis meses a un año como máximo. En casos excepcionales su duración se puede extender a dos e incluso tres años, con la salvedad de las telenovelas de producción española, en las cuales la duración indefinida sí es lo habitual.Es también conocida como Tele-romance, llamada novela de TV o simplemente novela en Brasil, Tele-teatro o tira en Argentina, Culebrón (por su larga duración) en España y Venezuela, Seriado (por la cronología) en Colombia y Teleserie (porque la comedia o la acción es mayor al romance) en Chile y en zonas de Perú y Bolivia y comedia en Uruguay.

Telenovela es una palabra de origen castellano, especialmente del español hablado en Cuba, precursor de este género audiovisual que se inspiró en las radionovelas. El término es el resultado de la fusión de las palabras: tele (de televisión) y novela (el género literario romántico).

Telenovela é uma história de ficção desenvolvida para apresentação na televisão. Ela tem a característica de ser dividida em capítulos, em que o seguinte é a continuação do anterior. O sentido geral da trama é previsto inicialmente, mas o desenrolar e o desenlace não. Durante a exibição – que pode levar de seis a dez meses, em episódios diários –, novos rumos e personagens podem ser inseridos.Portugal é um grande produtor de telenovelas, onde se destacam as telenovelas produzidas pela TVI e da RTP, que já são exportadas para vários países e possuem uma qualidade estética e literária incrível. A primeira novela portuguesa foi Vila Faia da RTP/1982/.

Antes de cada capítulo de uma telenovela, é exibido um pequeno clipe audiovisual chamado abertura ou genérico contendo imagens relacionadas à temática da história; música de fundo; créditos de atores, diretores e autores da obra. Em alguns casos, esta abertura é exibida somente após o primeiro bloco da telenovela, ficando entre este primeiro bloco e o primeiro intervalo comercial. Trechos das aberturas também são exibidos como vinhetas de "estamos apresentado" e "voltamos a apresentar" no início e no fim dos intervalos comerciais e como encerramento, onde são exibidos créditos de produção como câmeras e produtores.

A ordem dos créditos exibidos numa abertura não é obrigatória e varia de acordo com cada produção, mas é comum que seja exibido primeiro o nome dos autores seguidos pelos protagonistas e antagonistas, núcleo central, apresentando (novos atores), atores convidados, crianças, participações especiais e por fim os colaboradores, os diretores, o diretor principal e o diretor de núcleo. O título da novela é comumente exibido no término da abertura, mas há também ocasiões em que é exibido tanto no início quanto no fim ou até mesmo somente no início ou no meio da abertura.

Já nos encerramentos, a ordem é: Elenco de apoio (atores com baixa participação nas novelas), autorização especial (geralmente vinda do SATED), equipe técnica (ordem variada), gerência de produção e, por último, marcas que anunciaram "merchandising" e a realização (logomarca, site da novela, ano de produção e razão social da emissora).

Em Portugal e países lusófonos de África as aberturas tem o nome de "Genérico" e possuem duração variada de 50 segundos à 1 minuto.

A palavra telenovela é uma palavra de origem castelhana, particularmente do espanhol falado em Cuba, país precursor desse gênero audiovisual que foi inspirado nas radionovelas. O vocábulo é fruto da fusão das palavras: tele (de televisão) e novela, que em espanhol é o mesmo que romance em português.

Devido a sua longa-duração, há quem aponte uma pretensa contradição em sua denominação, ao dizer que as telenovelas deveriam se chamar "telerromances". Porém, para a língua portuguesa, o gênero literário novela distingue-se do romance não pelo seu tamanho, mas pela forma como os eventos se sucedem na narrativa e pela abordagem folhetinesca da sua escrita.

A matriz original do termo mostrou ser forte a ponto de conseguir legitimidade em outros idiomas, como o russo, que preferia a palavra 'serial', para designar os folhetins audiovisuais.

A fala cotidiana em países como Brasil, Portugal e a própria Cuba, aceita a forma abreviada de 'novela' para chamar a obra audiovisual. Porém o termo "telenovela" é preferível a fim de distinguir a obra audiovisual da literária.