sábado, 5 de marzo de 2011

El cielo es para todos (telenovela mexicana 1979)



Telenovela: "El cielo es para todos"

Escritora: Fernanda Villeli (Basada en la obra de José María Sánchez Silva)

Directores: Ricardo Blume y Fernando Chacón

Productor: Valentín Pimstein (Televisa, México, 1979)

Elenco: René Muñoz, Diana Torres, Pancho Córdova, Julieta Egurrola, Mónica Sánchez Navarro, Alma Delfina, Carlos Cámara, Arturo Ríos, Ivonne Govea y Virginia Gutiérrez entre otros.
Biografía:

SAN MARTIN DE PORRES fue un mulato, nacido en Lima, capital del Perú, el 9 de diciembre de 1579. En el libro de bautismo fue inscrito como "hijo de padre desconocido". Era hijo natural del caballero español Juan de Porres y de una india panameña libre, llamada Ana Velásquez. Martín heredó los rasgos y el color de la piel de su madre, lo cual vio don Juan de Porres como una humillación. Vivió pobremente hasta los ocho años en compañía de la madre y de una hermanita que nació dos años después. Estuvo un breve tiempo con su padre en el Ecuador ya que este llegó a reconocerlo y también a la hermanita. Nuevamente quedó separado del padre que le mandaba lo necesario para hacerle terminar los estudios. Martín era inteligente y tenía inclinación por la medicina. Había aprendido las primeras nociones en la droguería-ambulatorio de dos vecinos de casa. La profesión de barbero en aquella época estaba ligada con la medicina. Así adquirió conocimientos de medicina y durante algún tiempo, ejerció esta doble carrera. Sintiendo grandes deseos de perfección, pidió ser admitido como donado en el convento de los dominicos del Rosario en Lima. Su misma madre apoyó la petición del santo y éste consiguió lo que deseaba cuando tenía unos quince años de edad. En el convento su vida de heroica virtud fue pronto conocida de muchos. Fue admitido sólo como "donado", es decir, como terciario y le confiaron los trabajos más humildes de la comunidad. Martín es recordado con la escoba, símbolo de su humilde servicio. Su humildad era tan ejemplar, que se alegraba de las injurias que recibía, incluso alguna vez de parte de otros religiosos dominicos, como uno que, enfermo e irritado, lo trató de perro mulato. En una ocasión, cuando el convento estaba en situación económica muy apurada, Fray Martín, espontáneamente se ofreció al Padre Prior para ser vendido como esclavo, ya que era mulato, a fin de remediar la situación. Advirtiendo los superiores de Fray Martín su índole mansa y su mucha caridad, le confiaron, junto con otros oficios, el de enfermero, en una comunidad que solía contar con doscientos religiosos, sin tomar en consideración a los criados del convento ni a los religiosos de otras casas que, informados de la habilidad del hermano, acudían a curarse a Lima. Bastante trabajo tenía el joven hermano, pero no por eso limitaba su compasión a los de su orden, sino que atendía a muchos enfermos pobres de la ciudad. El día 2 de junio de 1603, después de nueve años de servir a la orden como donado, le fue concedida la profesión religiosa y pronunció los votos de pobreza, obediencia y castidad. Juntaba a su abnegada vida una penitencia austerísima, se maltrataba con dormir debajo de una escalera unas cuantas horas y con apenas comer lo indispensable. Pasaba la mitad de la noche rezando a un crucifijo grande que había en su convento iba y le contaba sus penas y sus problemas, y ante el Santísimo Sacramento y arrodillado ante la imagen de la Virgen María pasaba largos tiempos rezando con fervor. Añadía a esto un espíritu de oración y unión con Dios que lo asemejaba a otros grandes contemplativos. Dios quiso que su santidad se conociera fuera de las paredes del monasterio, por los extraordinarios carismas con que lo había enriquecido, entre ellos, la profecía, éxtasis y la bilocación. Sin salir de Lima, fue visto en África, en China y en Japón, animando a los misioneros que se encontraban en dificultad. Mientras permanecía encerrado en su celda lo veían llegar junto a la cama de ciertos moribundos a consolarlos. En ocasiones salía del convento a atender a un enfermo grave, y volvía luego a entrar sin tener llave de la puerta y sin que nadie le abriera. Preguntado cómo lo hacía, respondía: "Yo tengo mis modos de entrar y salir". Se le vio repetidas veces en éxtasis y, algunas levantado en el aire muy cerca de un gran crucifijo que había en el convento. A el acudían teólogos, obispos y autoridades civiles en busca de consejo. Más de una vez el mismo virrey tuvo que esperar ante su celda porque Martín estaba en éxtasis. Llegaron los enemigos a su habitación a hacerle daño y él pidió a Dios que lo volviera invisible y los otros no lo vieron. Durante la epidemia de peste, curó a cuantos acudían a él, y curó milagrosamente a los sesenta cohermanos. Los frailes se quejaban de que Fray Martín quería hacer del convento un hospital, porque a todo enfermo que encontraba lo socorría y hasta llevaba a algunos más graves y pestilentes a recostarlos en su propia cama cuando no tenía más donde se los recibieran. Con la ayuda de varios ricos de la ciudad fundó el Asilo de Santa Cruz para reunir a todos los vagos, huérfanos y limosneros y ayudarles a salir de su penosa situación. Sorprendió a muchos con sus curaciones instantáneas, como la del novicio Fray Luis Gutiérrez que se había cortado un dedo casi hasta desprendérselo; a los tres días tenía hinchados la mano y el brazo, por lo que acudió al hermano Martín, quien le puso unas hierbas machacadas en la herida. Al día siguiente, el dedo estaba unido de nuevo y el brazo enteramente sano. En cierta ocasión, el arzobispo Feliciano Vega, que iba a tomar posesión de la sede de México, enfermó de algo que parece haber sido pulmonía y mandó llamar a Fray Martín. Al llegar éste a la presencia del prelado enfermo, se arrodilló, mas él le dijo: "levántese y ponga su mano aquí, donde me duele". ¿Para qué quiere un príncipe la mano de un pobre mulato?, preguntó el santo. Sin embargo, durante un buen rato puso la mano donde lo indicó el enfermo y, poco después, el arzobispo estaba curado. Otras veces, a la curación añadía la prontitud con que acudía al enfermo, pues bastaba que éste tuviera deseo de que el santo llegara, para que éste se presentase a cualquier hora. Muchas veces, entraba por las puertas cerradas con llave, como pudo comprobarlo el maestro de novicios, quien personalmente guardaba la llave del noviciado, pues, habiendo estado Fray Martín atendiendo a un enfermo, salió del noviciado y volvió a entrar sin abrir las puertas. El asombrado maestro comprobó que estaban perfectamente cerradas. Alguien le preguntó: "¿Cómo ha podido entrar?" El santo respondió: "Yo tengo modo de entrar y salir".El enfermero al mismo tiempo que hortelano herbolario, cultivaba las plantas medicinales de que se valía para sus obras de caridad y también desempeñaba el oficio de distribuidor de las limosnas que algunas veces recogía, en cantidades asombrosas, parte para socorrer a sus propios hermanos en religión y parte para los menesterosos de toda clase que había en la ciudad. Su amabilidad se extendía hasta los animales; hay en su biografía escenas semejantes a las que se narran de San Francisco y de San Antonio de Padua. Por ejemplo, cuando después de disciplinarse, los mosquitos lo atormentaban con sus picaduras e iba a que Juan Vázquez lo curase, éste le decía: "Vámonos a nuestro convento, que allí no hay mosquitos". Y Fray Martín respondía: "¿Cómo hemos de merecer, si no damos de comer al hambriento?" __"¡Pero hermano, estos son mosquitos y no gente!__ "Sin embargo, se les debe dar de comer, que son criaturas de Dios", respondió el humilde fraile. Es típico el caso de los ratones que infestaban la ropería y dañaban el vestuario. El remedio no fue ponerles trampas, sino decirles: "Hermanos, idos a la huerta, que allí hallaréis comida". Los ratones obedecieron puntualmente, y Fray Martín cuidaba de echarles los desperdicios de la comida. Y si alguno volvía a la ropería, el santo lo tomaba por la cola y lo echaba a la huerta, diciendo: "Vete adonde no hagas mal". Los animales le seguían en fila muy obedientes. En una misma cacerola hacía comer al mismo tiempo a un gato, un perro y varios ratones. Sus conocimientos no eran pocos para su época y, cuando asistía a los enfermos, solía decirles: "Yo te curo y Dios te sana". Todas las maravillas en la vida del santo hay que entenderlas asociadas con el profundo amor a Dios y al prójimo que lo caracterizaban. Se sabe que Fray Martín y Santa Rosa de Lima, terciaria dominica, se conocieron y trataron algunas veces, aunque no se tienen detalles históricamente comprobados de sus entrevistas. A los sesenta años, después de haber pasado 45 en religión, Fray Martín se sintió enfermo y claramente dijo que de esa enfermedad moriría. La conmoción en Lima fue general y el mismo virrey, conde de Chichón, se acercó al pobre lecho para besar la mano de aquél que se llamaba a sí mismo perro mulato. Mientras se le rezaba el Credo, Fray Martín, al oír las palabras "Et homo factus est", besando el crucifijo expiró plácidamente. Murió el 3 de noviembre de 1639. Toda la ciudad acudió a su entierro y los milagros por su intercesión se multiplicaron. Fue beatificado en 1837 por Gregorio XVI y canonizado el 6 de mayo de 1962 por el Papa Juan XXIII. En 1966 Pablo VI lo proclamó patrono de los peluqueros de Italia, porque en su juventud aprendió el oficio de barbero-cirujano, que luego, al ingresar en la Orden de Predicadores, ejerció ampliamente en favor de los pobres.("Vida de los Santos" de Butler, adaptada por el Padre Jordi Rivero).

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*T E L E N O V E L A*

Una telenovela es un género televisivo producido originalmente en varios países de América Latina, cuya principal característica es contar desde una perspectivamente básicamente melodramática una historia de amor a lo largo de varias decenas de capítulos (usualmente más de 100) y que casi siempre tiene un final.

Durante el trayecto de la misma, los personajes principales (un galán y una damita joven) sufren los embates de uno o varios villanos (generalmente una novia despechada, un madre celosa o un padre despótico), que se ve coronada con la felicidad en el último minuto del capítulo final, hasta el cual se sucede una innumerable cantidad de peripecias. Esencialmente de carácter sentimental, con intrigas, engaños y confusiones.

Con los años han ganado más acción e incorporado elementos de otros 'géneros' (como el policíaco, la comedia, el thriller e incluso la ciencia ficción).

El argumento base de la telenovela es el de la ascención social que, generalmente, se da por medio del matrimonio (aunque también ha habido muchas en que la protagonista luego de ser seducida y abandonada, logra revertir su penosa situación y triunfa a costa de mucho esfuerzo y dedicación - sirviendo así de ejemplo, sobre todo, para las amas de casa y las mujeres que hasta los años 80, eran el público fundamental de estas producciones; pero hace un par de décadas amplios segmentos masculinos consumen seriales de esta clase).

En la telenovela clásica, generalmente hay un amor imposible, un/a hijo/a abandonado/a (casi siempre un/a heredero/a de una abultada fortuna), y grandes secretos del pasado que, al revelarse, cambian el curso de la historia rectificando fatales errores e injusticias.

La telenovela moderna ha abortado temas tan polémicos y peliaguados como el cáncer, las drogas, la homosexualidad y el crimen. También, por su gran matiz prescriptivo, promueven sensibles cuestiones sociales.

Aunque muchos lo cuestionen, la telenovela se ha vuelto patrimonio de la cultura latinoamericana (sobre todo donde mayor sofisticación ha alcanzado, como en Brasil). Pero su finalidad básica no es educar, como algunos pretenden, ya que es un programa de neto entretenimiento y que surgió más por estímulo de las jaboneras que por una necesidad recreativa o cultural.

El género nació en la radio, específicamente en Cuba, donde salieron al aire los primeros seriados radiales.
Cuando nace la TV en América Latina, especialmente en Cuba y Brasil (otoño de 1950), el género es automáticamente importado al nuevo medio. La primera telenovela latinoamericana parece ser la brasileña Tu vida me pertenece (Sua vida me pertence, en port.), realizada por TV Tupi de São Paulo. Empezó el 21 de diciembre de ese año, con capítulos de 20 minutos y 3 veces por semana.

La cubana Senderos de amor, estrenada el 1ro de octubre de 1952, por CMQ-TV parece haber sido la segunda propuesta del género en el continente, a la cual siguió una estela de historias que para 1958 ya eran 15 por año, sólo en el antes mencionado Canal 6 (CMQ) .

Erróneamente, se da a México la paternidad de la telenovela. No es hasta el 9 de junio de 1958 que se emite, en vivo, por Telesistema Mexicano (TSM, Canal 4) Senda prohibida, de Fernanda Villeli, en Su Telenovela Colgate, diariamente a las 6.30 p.m.

Otras novelas que precedieron a Senda... fueron La criada de la granja (1954, Televisa, hoy Venevisión), Ante la ley (22 de agosto de 1955, Puerto Rico) ,La esquina (1955), escrita por Román Chalbaud, y transmitida por Radio Caracas Televisión y producida por Colgate-Palmolive,
El 0597 está ocupado es considerada la primera telenovela colombiana /1959/,Vila Faia primera telenovela portuguesa /RTP 1982/,
“Magdalena de la calle” primera telenovela paraguaya /1978/, Bar Cristal primera telenovela peruana /1959/,
1967 - CHILE: La chica del bastón , realizada por PROTAB, se convierte en la primera telenovela chilena,

Si bien son temáticamente parecidas a las soap operas de la televisión anglosajona, a diferencia de éstas, la telenovela latinoamericana tienen un número limitado de episodios, no pasando normalmente de alrededor de cien o pocos cientos y de una duración de aproximadamente seis meses a un año como máximo. En casos excepcionales su duración se puede extender a dos e incluso tres años, con la salvedad de las telenovelas de producción española, en las cuales la duración indefinida sí es lo habitual.Es también conocida como Tele-romance, llamada novela de TV o simplemente novela en Brasil, Tele-teatro o tira en Argentina, Culebrón (por su larga duración) en España y Venezuela, Seriado (por la cronología) en Colombia y Teleserie (porque la comedia o la acción es mayor al romance) en Chile y en zonas de Perú y Bolivia y comedia en Uruguay.

Telenovela es una palabra de origen castellano, especialmente del español hablado en Cuba, precursor de este género audiovisual que se inspiró en las radionovelas. El término es el resultado de la fusión de las palabras: tele (de televisión) y novela (el género literario romántico).

Telenovela é uma história de ficção desenvolvida para apresentação na televisão. Ela tem a característica de ser dividida em capítulos, em que o seguinte é a continuação do anterior. O sentido geral da trama é previsto inicialmente, mas o desenrolar e o desenlace não. Durante a exibição – que pode levar de seis a dez meses, em episódios diários –, novos rumos e personagens podem ser inseridos.Portugal é um grande produtor de telenovelas, onde se destacam as telenovelas produzidas pela TVI e da RTP, que já são exportadas para vários países e possuem uma qualidade estética e literária incrível. A primeira novela portuguesa foi Vila Faia da RTP/1982/.

Antes de cada capítulo de uma telenovela, é exibido um pequeno clipe audiovisual chamado abertura ou genérico contendo imagens relacionadas à temática da história; música de fundo; créditos de atores, diretores e autores da obra. Em alguns casos, esta abertura é exibida somente após o primeiro bloco da telenovela, ficando entre este primeiro bloco e o primeiro intervalo comercial. Trechos das aberturas também são exibidos como vinhetas de "estamos apresentado" e "voltamos a apresentar" no início e no fim dos intervalos comerciais e como encerramento, onde são exibidos créditos de produção como câmeras e produtores.

A ordem dos créditos exibidos numa abertura não é obrigatória e varia de acordo com cada produção, mas é comum que seja exibido primeiro o nome dos autores seguidos pelos protagonistas e antagonistas, núcleo central, apresentando (novos atores), atores convidados, crianças, participações especiais e por fim os colaboradores, os diretores, o diretor principal e o diretor de núcleo. O título da novela é comumente exibido no término da abertura, mas há também ocasiões em que é exibido tanto no início quanto no fim ou até mesmo somente no início ou no meio da abertura.

Já nos encerramentos, a ordem é: Elenco de apoio (atores com baixa participação nas novelas), autorização especial (geralmente vinda do SATED), equipe técnica (ordem variada), gerência de produção e, por último, marcas que anunciaram "merchandising" e a realização (logomarca, site da novela, ano de produção e razão social da emissora).

Em Portugal e países lusófonos de África as aberturas tem o nome de "Genérico" e possuem duração variada de 50 segundos à 1 minuto.

A palavra telenovela é uma palavra de origem castelhana, particularmente do espanhol falado em Cuba, país precursor desse gênero audiovisual que foi inspirado nas radionovelas. O vocábulo é fruto da fusão das palavras: tele (de televisão) e novela, que em espanhol é o mesmo que romance em português.

Devido a sua longa-duração, há quem aponte uma pretensa contradição em sua denominação, ao dizer que as telenovelas deveriam se chamar "telerromances". Porém, para a língua portuguesa, o gênero literário novela distingue-se do romance não pelo seu tamanho, mas pela forma como os eventos se sucedem na narrativa e pela abordagem folhetinesca da sua escrita.

A matriz original do termo mostrou ser forte a ponto de conseguir legitimidade em outros idiomas, como o russo, que preferia a palavra 'serial', para designar os folhetins audiovisuais.

A fala cotidiana em países como Brasil, Portugal e a própria Cuba, aceita a forma abreviada de 'novela' para chamar a obra audiovisual. Porém o termo "telenovela" é preferível a fim de distinguir a obra audiovisual da literária.